La red esta inundada de entradas del tipo zoom vs fijo pero yo no voy a entrar en una comparativa de esas, para eso esta Google y podéis buscar entradas de este tipo a montones. En esta ocasión os quiero comentar porque me decante por utilizar objetivos fijos para mis reportajes de boda, concretamente dos, un 35 mm f2 y un 85 mm 1.8.
Cuando empeze a realizar reportajes de boda comencé utilizando un par de objetivos zoom, un 17-40 y un 70-200 2.8, cada uno en un cuerpo de cámara, así que imaginaos como terminaba después de una boda, yo no soy una persona que digamos este muy fuerte, mas bien al contrario, con lo que cargar con casi 8 kg de equipo durante 8 10 12 o mas horas para mi no era viable, no estaba cómodo con lo cual inconscientemente arriesgaba menos al realizar las fotografías y encima teniendo zoom pues abusaba de ello, ya lo dicen por ahí, los zoom hacen cómodos al fotógrafos y no creo que esta se una afirmación del todo cierta pero en mi caso si lo fue.
Pero un buen día lo vi claro y fue después de asistir a un maravillo Workshop de fotografía de boda que impartia Martino Buzzi aquí en Valencia fue donde descubrí que con un equipo sencillo de dos ópticas fijas puedes hacer todo lo que te propongas. Y descubrí que un 35 y un 85 es el equipo de ópticas que utilizan muchos fotógrafos de bodas.
Entonces me decidí a desprenderme de uno de mis zoom el 17-40 y lo cambie por dos ópticas con las cuales estoy contentísimo un 35 f2 y un 85 1.8 y por el momento no pienso cambiarlos por otra, para mí dan la calidad suficiente y tienen un peso insignificante comparado con otras ópticas fijas de más calidad y ya no os cuento si lo comparamos con un zoom.
El 35 mm es una focal con la que me encuentro muy cómodo, dicen que es el objetivo del foto-reportaje por su angular moderado que te permite abarcar bastante ángulo de visión pero sin que los objetos sufran deformaciones como sucede con angulares mas abiertos. Además su apertura a f2 me permite disparar en situación de poca luz sin preocuparme de subir demasiado la ISO o bajar mucho la velocidad.
Del 85 mm poco puedo decir, si no tenéis unos probarlo. Es una delicia de objetivo para retratos, su distancia focal es ideal para ello y sumado a su gran abertura creamos unos retratos con un desenfoque que enamora.
Otra combinación que suelo ver y alguna vez he probado es la de un 28 mm y un 50 mm. Esta combinación de objetivos fijos es muy apropiada sobre todo para interiores pequeños donde muchas veces nos tenemos mucho espacio y un 85 mm se nos queda muy largo.
Aun así aun conservo el 70-200 2.8 que me lo llevo para algunas situaciones como puede ser en las iglesias donde tengo muy poca libertad de movimiento y es en este tipo de situaciones es donde un buen zoom te hace un papel importantísimo, luego lo guardo en la mochila y allí se pasa el resto de la boda.
En mas de una ocasión me he planteado mejorar estos objetivos fijos, sobretodo el 35 mm porque digamos que no es un objetivo que sea de una calidad sublime pero he podido probar otros 35 fijos de compañeros como puede ser el famoso sigma 35 1,4 y si con la calidad y velocidad de enfoque quede encantado pero es que triplica el peso de mi 35 mm con lo cual prefiero ganar en comodidad y así estar mas fresco para conseguir fotografías mas originales.
Esto no quiere decir que este en contra de los zoom, de hecho para la primera boda de la temporada quiero alquilar un 16-35 2.8 para conseguir unas fotografías con un gran angular pero como digo primero lo alquilare para probarlo y luego decidiremos si hacemos la inversión.
Bueno os dejo con una lista de ventajas que vi cuando pase a utilizar objetivos fijos en mis reportajes de boda.